miércoles, 18 de mayo de 2011

Ella duerme en lo que yo llamo mi cama

Ella duerme en lo que yo llamo mi cama. El diminuto ventilador le da en la nuca, pero no le vuela los rizos, solo porque esta apagado a causa del enchufe defectuoso. Y mejor que así sea, sino ese cosmos sería insoportable para mí.
Está sobre mi almohada como si hubiera estado siempre, o quizá, como ojala lo esté.
Tengo al alcance de la mano los lugares donde hasta hace un rato estaban sus pies, que recién quise tapar y no pude, me quiero convencer de que es porque atrapó la sábana con el resto de su cuerpo, pero se que es porque sus pies se mueven al tempo semifuso de su naturaleza libre y descubridora.
Tiene las manos y dientes mas bonitos que he visto, y se que tiene mas cosas que aún no le he visto, y que serán las mas bonitas que he visto…

Yo le tengo miedo.

Tengo sed, quiero galletas, secas, pastosas, saladas. Tengo el agua a mi derecha… pero no voy a beberla aún.
Por eso sigo escribiendo. Porque ella esta dormida en lo que yo llamo mi cama.
Y cuando decida parar de poner en palabras las cosas que siento, y cuando decida despedir este lunes irrepetible y decida que es tiempo de viajar hasta mañana,   voy a dormir abrazándome a ella.

Hasta mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario